Villa Espina, un lugar mágico habitado por erizos vestidos a lo Jane Austen

Cuatro intrépidas exploradoras

Montse solo es una humana, como nosotros, y no habría descubierto el mágico mundo de Villa Espina sin la ayuda de otras tres exploradoras que viven en él. "La más importante -asegura- es Severina Malaespina. Es una erizo, vestida a lo Jane Austen, que ilustra y documenta los seres extraordinarios que viven en su casa (llamada Villa Espina) y los alrededores. También es la protagonista de esta guía y, aunque no lo parezca por su apariencia, es una exploradora intrépida que va a todos sitios con sus pinceles y lápices de colores".

"Cuando empecé a escribir este libro -añade Montse- Severina era la narradora perfecta para dar rienda suelta a mi imaginario pero con el tiempo cada vez se fue convirtiendo más en una compañera de viaje y al final, de una manera muy alocada e inconsciente, creo que se convirtió en mi alter ego. Allí donde no llegaba mi imaginación llegaba la suya y sin duda me ha susurrado al oído las historias más interesantes del libro".

Completan el cuarteto de exploradoras Pimpinela y Odila. "Son las amigas inseparables de Severina. Las cuatro formamos el equipo de las Exploradoras con una misión la mar de Importante. Pimpinela es una ardilla sabionda con una obsesión “confesable” por contar todo lo que le rodea y Odila es una marta inventora, una genio increíble, sino fuese porque es tan despistada que a menudo no se acuerda de que lo es. Ambas ayudan a Severina a documentar los seres de la guía y nunca pierden la oportunidad de meterse en toda clase de entuertos y aventuras".

"También, del mismo modo que Severina, han acabado reflejando una parte de mi idiosincracia “no confesable”, como mi facilidad innata para perderme o mi carácter de ardilla “almacenadora de cosas” -concluye Montse-.

Villa Espina

Gracias a estas cuatro exploradoras conoceremos el mundo de Villa Espina. "Es una casa de campo antiquísima que pertenece a la familia Malaespina desde hace muchas generaciones. Está rodeada de bosques y lagos y se encuentra en algún punto, secreto para casi todos los humanos, de la región de Enunlugaremoto. Es el centro de operaciones de las Exploradoras con una Misión la Mar de Importante y en ella y sus alrededores se pueden encontrar los monstruos y bestias más raros que uno se pueda imaginar".

"Aunque tengo prohibido revelar su localización exacta -añade Montse-, tuve que prometerlo siete veces, os puedo decir que no está nada lejos de ese sitio idílico que todos tenemos en la cabeza y que nos encantaría visitar".

Los habitantes de Villa Espina

Un lugar tan mágico como este solo podía estar habitado por criaturas igual de extraordinarias. "La guía está dividida en cinco apartados -asegura Montse- que hacen referencia a cinco zonas de Villa Espina y sus alrededores: Bestias domésticas (viven en la casa de campo), Seres hortícolas (Huertoespín), Bestias jardineras (Jardín Sinfín), Seres acuáticos (Laguna y Gran Lago) y Monstruos boscosos (Bosque Oscuro)".

"¿Y por qué esta dividida así? -añade- Pues habría que preguntarle a Pimpinela porque de las divisiones siempre se encarga ella pero en la guía hay un mapa para que nadie se pierda, ni siquiera Odila".

Montse nos confiesa cuáles de las criaturas de Villa Espina le han sorprendido más: "Sin duda le tengo un cariño especial al Verdejo porque, ¿cómo no vas a encariñarte de un ser rarísimo que surfea en las olas de la taza del váter? También me encantó documentar a Rita Saltacaminos porque entendí perfectamente que un cabra de granja se aburra como una ostra y decida escaparse para vestirse como una bandolera e ir por ahí saltando caminos con su montura".

"Aunque la historia más alucinante, aunque peligrosa, fue la de Draconino Maldeamores. Un dragón enamorado y no correspondido, que por estar falto de cariño abraza a pueblos enteros hasta “matarlos de amor” -concluye la ilustradora-.

Retratando a seres fantásticos

Preguntamos a Montse Rubio si es fácil retratar a estos seres mágicos y escurridizos. "Para mi no lo es en absoluto -confiesa-, supongo que lo complicado sería hacerlos más “normales”. La verdad es que siempre me ha parecido que todo el mundo es extraordinario y curioso a la misma vez, yo lo único que hago es ilustrarlos tal y como yo me los imagino".

Montse describe así lo más importante de sus ilustraciones: "Aunque hacer una descripción de mi trabajo siempre me ha parecido tremendamente complicado si puedo decir que para mi es importante transmitir esa parte genuinamente ingenua y libre que todos llevamos dentro y que al hacernos mayores cada vez vamos escondiendo más".

En cuanto a la técnica, Montse nos comenta que: "Normalmente trabajo con técnicas tradicionales, sobretodo en acuarela. Este libro está hecho íntegramente en acuarela y lápiz. Además para las gafaroids y etiquetas he utilizado recortes de papeles antiguos que he montado en collage y luego encima he colocado las ilustraciones o el texto".

En cuanto a sus influencias, asegura que: "Me encantan un montón de ilustradores, aunque también pintores, fotógrafos, dibujantes y escultores. Yo creo que lo mejor es tener la mente abierta y dejarte influenciar por todo lo que te rodea: una buena pieza musical, la vecina de al lado sacando a su perrito en zapatillas o un maestro como Norman Rockwell".

En cuanto al futuro, Montse asegura que: "Mi principal proyecto ahora mismo es disfrutar cada día del placer que me produce explicar historias a través de la ilustración y los libros".